Todas las industrias tienen, en una medida u otra, equipos y sistemas de aire comprimido. Es imprescindible que todas las piezas funcionen a la perfección para evitar paradas críticas de la producción.
¿Alguna vez te has preguntado cuántas horas puedes estar sin que la producción avance por culpa de la parada de un compresor?
Es habitual que dentro de la producción industrial existan variaciones que provocan que el ciclo de vida de la maquinaria se vaya acortando poco a poco. Es imprescindible realizar periódicamente una evaluación de los sistemas de aire comprimido.
Cómo identificar posibles averías
Siempre es un buen momento para evaluar los sistemas de aire comprimido. Debemos mantener la máxima eficiencia y eficacia de los sistemas. De ello dependerá la producción y supondrá un ahorro potencial para la empresa.
Gracias a la evaluación del sistema de compresión podemos identificar los puntos de mejora y alargar su vida útil.
A continuación te mencionamos algunos indicadores para saber si necesitas renovar tus equipos:
1. Ruidos.
Si hay una señal que nos advierte de posibles fallos en un sistema de aire comprimido son los ruidos inesperados.
Si los niveles de ruido han cambiado, si al comprobar cualquiera de los equipos notamos un silbido o cualquier otro tipo de ruido inusual, es un síntoma claro de que necesitamos realizar una evaluación.
2. Las averías continuas.
Dependiendo del tipo de averías y de la antigüedad del compresor o los equipos, tendremos que preguntarnos si merece la pena arreglar la avería o cambiar la maquinaria.
Un elemento importante y a tener en cuenta es el air-end. Las consecuencias de no hacer un buen mantenimiento son diversos, desde fallos de rodamientos a niveles sonoros inadecuados, vibraciones,…
Las averías más frecuentes, como las paradas por alarma producidas por altas temperaturas (sobrecalentamiento del compresor), fugas, filtros obstruidos o las caídas de presión, pueden derivar en pérdidas importantes.
3. Nuevas líneas de producción.
Cuando una industria abre nuevas líneas de producción se precisa un aumento de la demanda de aire para generar la energía necesaria.
Aunque dependerá de la producción y la frecuencia de uso, es necesario asegurarse de que las medidas son las adecuadas para nuestras necesidades.
4. Consumos inusuales.
Podemos encontrar distintos tipos de desviaciones. Cuando la demanda sufre cambios, bien sea por una bajada o un incremento de la misma, debemos regular los consumos.
Hay dos factores esenciales a tener en cuenta. La eficacia y la eficiencia.
El objetivo es ser eficientes y conseguir una reducción de los consumos y costes, pero también debemos ser eficaces y realizar un análisis y optimización de los sistemas desde el origen y revisar todo el circuito de aire comprimido.
5. Necesidad de usar compresores de reserva.
Los motivos por los que una industria recurre a un compresor de reserva son varios. Ante una posible parada o un aumento de la demanda de aire y/o presión debemos estar preparados. Y aunque no son obligatorios, es recomendable que tengan las medidas óptimas para generar el aire justo en caso de necesitarlos.
Las ayudas de la administración
Desde el ICAEN (Institut Català de l’Energia) se pueden tramitar las subvenciones que la Administración concede mediante un fondo perdido de 50 millones para mejoras energéticas en las empresas.
En Daunis, como expertos en aire comprimido, ofrecemos un asesoramiento especializado con soluciones y servicios integrales. Si tienes dudas ponte en contacto con nuestro Servicio Técnico Industrial.